Este cuento te parecerá
como todos, y sin embargo es diferente a cualquier otro, porque se
está escribiendo a medida que tú lo lees. Ya se que en apariencia
está impreso y terminado , pero no es más que un hechizo, por
cuestiones de seguridad.
Y es que tienes en tus
manos el secreto mejor guardado de todos los tiempos.
¿ Te atreves a
descubrirlo? Entonces, tendrás que continuar con la lectura.
Pero, atención.
No abras los ojos con
gesto de sorpresa. No hagas muecas extrañas. Tampoco suspires como
si te faltara el aire o... levantarás sospechas.
Y ya sabes lo pesados
que se ponen los adultos con sus preguntitas.
Comprendo que te
resultará extraño la manera de dirigirme a ti , pero como sé
cuánto te gustan los cuentos de magia, hechizos y seres fantásticos,
pensé que esta sería una buena tarjeta de presentación . Y aquí
estoy. Primero se me ocurrió colarme en tus sueños, pero quizá los
hubiera convertido en pesadillas, porque no es que yo sea muy guapa,
la verdad. También le estuve dando vueltas a la idea de esconderme
en el otro lado de tu cama y saludarte alegremente al acostarte, pero
vaya susto, ¿no? Además te habría atufado la almohada, ¡Con lo
que apesto! Así que no temas. Como ves, no quiero hacerte ningún
daño. Aunque sea una... bruja..
¿Qué no me oyes?...una..bruja...¿Será
posible?...¡Una bruja!...¡No chilles!...¡Sabía que lo harías!.
Ahora tendrás a toda
la familia mirándote con ojos de búho. Disimula y ríete, muy bien,
a carcajadas, como si sufrieras un ataque de risa. ¿Ya han dejado de
fijarse en ti? Estupendo, pues prosigamos.
Te decía que como sé
que te interesan los temas mágicos. Incluso entre tu familia y
amistades tienes cierta fama de bruja, o al menos, muchas veces he
escuchado a tu hermana llamártelo, eso sí, con muy malas maneras. Y
también a la portera, por la “bajini” cuando vienes del parque y
le dejas la entrada hecha un barrizal., pues bien, había pensado que
nadie mejor que tú en el mundo de los mortales, para guardar la
fórmula secreta del mágico brebaje para fabricar brujas. Así como
lo oyes.
Si quieres comenzar con
el experimento, ponte manos a la obra y ve a buscar ese sombrero que
te compraste para Halloween en “el todo a 100” que nos servirá
de caldero mágico.
Sí, ya se que es un
poco cutre, pero para las porquerías que vamos a echar, no basta y
nos sobra.
Continuemos con los
ingredientes esenciales. Como base de la pócima, deberás vaciar el
agua del vaso de la dentadura postiza de la abuela, una vez que se la
haya puesto claro. Es importante que no caigan los dientes a la
mezcla, porque si no la bruja resultante sería demasiado agresiva y
podría ocasionar mordeduras peligrosas.
Después, coge la
pinzas de depilar y mientras el abuelo se echa la siesta, arráncale
un pelo de los que le sobresalen por la oreja o la nariz. Es
importante hacerlo con un gesto enérgico y que no provoque alaridos,
porque si no el pelo se tensa, y la poción no quedará suelta.
Además, rebusca en el
cesto de la ropa sucia, un calcetín sudado de tu hermano mayor. Sí,
de esos que tiran de espalda cuando se los quita. Ya, ya sé que es
una asquerosidad, pero recuerda que estamos fabricando brujas, no
princesas.
Un ingrediente
imprescindible es un piojo vivo de una cabeza infantil. Si tú tienes
uno, estupendo, si no en la planta de primaria sé de buena tienta
que campan a sus anchas por todas las cabezas. Es importante no
pasarse con la dosis porque si no el sabor será muy picante.
Y como guinda, puedes
incluir el Ipod de tu hermana. Esto no añade nada mágico a la
pócima, pero te librará durante un tiempo de sus canturreos
desafinados. Además, ¿no es ella la que siempre te llama Bruja?
Pues demuéstraselo.
Una vez que estén los
ingredientes en el sombrero, échale todos los mocos que puedas,
verdes si es posible, y si tu catarro no da para tanto, recurre al
blandiblup o la gelatina de manzana. No olvides un gramo de mala idea
y una pizca de risa histérica y dirígete a uno de los siguientes
lugares, a elegir:
- Un sofá tapizado en blanco o en colores claros.
- La alfombra persa recién recogida del tinte.
- La bandeja con la merienda para la reunión semanal de las amigas de tu madre, más conocidas como “las cotillas zampabollos”.
Vierte el contenido en
tu escenario preferido y verás cómo tu madre comienza a emitir
sonidos extraños, acompañados de palabras confusas y espumarajos
que culminan en gritos incomprensibles. Además sus ojos parecerán
salirse de las cuencas y puede que inicie un loco baile o
zapateado....Seguramente, tú serás su objetivo. Te mirará con los
ojos inyectados en sangre y puede que efectos especiales como chispas
y centellas broten de ellos. ¡Y ahí la tienes! Tu madre convertida
en TODA UNA BRUJA.¡Pies para que os quiero!
¡Ah, Por cierto! Si
alguna vez, quisieras recuperarla como tierna mamá, sólo tendrás
que dedicarle el siguiente sortilegio:
DE LAS SERPIENTES, LOS
DIENTES.
DE LAS YENAS , LAS
BABAS
DE LAS MOFETAS, LA
PESTE
DE LOS MURCIÉLAGOS, LA
ALAS.
ESTE HECHIZO
DESAPARECERÁ
Y TÚ NO TE ACORDARÁS DE
NADA.
¡Es genial! Me gusta un montón. Qué original!!!!!
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EliminarDe Bruja a Bruja:
Gracias ,Isa!!! jajajaja!!!Requetemuacks!!!
Me encanta la imaginación que tienes!! So bruja!
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