"Pero son los guardianes del tesoro, los depositarios de una herencia
ancestral, los héroes de estos tiempos de chichinabo, donde cada día más
necios confunden valor y precio. Y encima, tienen que aguantar que
tantos famosos de medio pelo, periodistas, estrellas de la televisión,
seudoaristócratas y demás aparezcan en los telediarios exhibiendo esos
libros que, dicen ellos, son sus novelas.
No se dejen engañar, escojan la literatura. Atrévanse a dejarse
seducir por los autores que se juegan la vida en lo que escriben,
acepten esa apuesta preciosa, solemne, y no caigan en la trampa de lo
que parece igual pero es distinto".
Almudena Grandes .Elogio de la literatura, "El País", 2 de junio de 2013
Inicio mi artículo, que pretende ser una pequeña reflexión sobre la Feria del Libro de Madrid, con un extracto sobre el tema de la nada sospechosa autora Almudena Grandes, y digo nada sospechosa, porque goza de fama y prestigio, binomio difícil de aunar en los tiempos que corren, y eso que no es especialmente santo de mi devoción. Pero es bien cierto que el año pasado se dieron cita en el evento toda una serie de personajes del mundo de televisión quienes libro bajo el brazo, se hicieron los amos y protagonistas de la Feria. No es fenómeno nuevo, porque los que provenimos del campo del periodismo, estamos acostumbrados a que lo que debía ser nuestro puesto por habernos licenciado en la carrera tras 5 años de preparación, sea ocupado por gente que sin más méritos que una cara bonita, su juventud o haber vivido una relación truculenta con algún famosillo, nos muevan la silla y se acomoden en ella. Muchas fueron las protestas en contra de lo que Almudena expresó con sinceridad y amargura. Y algunas , como en el caso de Mercedes Milá, de profesionales reconocidos que justificaban y vitoreaban la presencia de estos personajes, argumentando que podrían actuar como cebo para que personas ajenas al mundo del libro se acercaran y además de comprar las memorias de Belén Esteban, se hicieran con algún otro ejemplar de diferente color y poso lierario. Pero la verdad, estaréis conmigo al dudar que quien se decanta por este tipo de lectura introduzca en su bolsa literaria libros como "La insoportable levedad del ser" o "Kafka en la otra orilla", por poner algunos ejemplos.
El mundo del libro está cambiando. Hay gente que ya solo lee e-book y, que yo sepa, este es un soporte difícil para estampar una firma. Los libros no son baratos. Por menos de 18 euros es difícil encontrar un libro de tomo y lomo, en cuanto a forma y fondo. Esto unido a la presencia de famosos promocionando tanto sus recetas de cocina como las vitales, puede convertir la feria en un paseíllo por el mundo mediático para ver de cerca a sus protagonistas y esquivar las molestas casetas dedicadas a la Literatura con mayúsculas. No puedo menos que sonrojarme al imaginar la cola de siete vueltas para conseguir una dedicatoria de Belén Esteban frente a la pequeña fila aguardando a la rúbrica de poetas tan extraordinarios como Luis García Montero.
Sí, ya se que vivimos en la Era de los supermercados, donde el jamón 5 jotas se vende al lado del choped, pero no pagamos el mismo precio por ambos. Pero en el supermercado literario sí. ¿Es esto justo?
Yo nunca he sido invitada a firmar mis obras en la Feria del Libro y a la altura de la vida en que me encuentro, creo que ya se me ha pasado el arroz, pero tampoco guardo rencor ni es este artículo una "vendetta" . Y es que tengo algunas amigas, poetas y novelistas, de esas que combinan y hacen malabares para compaginar su vida laboral (no es fácil vivir sólo del cuento), familiar y la literaria, robando horas al sueño, a las comidas, a las vacaciones...que por el respeto que me merece su trabajo y su esfuerzo considero que se han ganado a pulso su espacio en la Feria. No podría decir lo mismo de algunos otros que apalancan sus posaderas para hacer promoción de ejemplares en muchos casos ni siquiera escritos por ellos.
Quizá habría que hacer dos tipos de ferias en diferentes escenarios. Una , la de las Vanidades, con todos los personajes mediáticos, largas colas, "photocall", alfombra roja...Y otra, quizá más humilde, con las editoriales que apuestan por las obras de calidad más que por las ventas y grupos emergentes con nuevos planteamientos de edición, autores que se dejan las pestañas por la literatura junto a nuevos creadores y lectores que quieren conversar sobre libros, cruzar unas palabras o al menos una mirada con sus autores preferidos. Y olvidarse para siempre de la lista de los más vendidos en La Feria, que en la mayoría de los casos no es garantía de excelencia, tan sólo de una buena labor de márketing.
Yo, os espero siempre en mi pequeño kiosko literario particular, que no llega ni a Feria, que no es otro que este blog: "Un tintero lleno de duendes"
... siglo veinte cambalache ... que dice el tango, uno de mis favoritos por cierto, cuya letra cada vez está más vigente.
ResponderEliminarEncantada de poder pasear libremente a cualquier hora, en cualquier estación, por tu pequeño pero gran kiosko, q siempre esta abierto y sin colas, donde se puede encontrar literatura de la de verdad !!
ResponderEliminarNo me quiero ni imaginar una larga cola para que firme "un libro" B. Esteban!
ResponderEliminarTodo igual,es una pena !
Y como dice P. Cereza , tenemos la suerte de poder pasa por tu caseta cuando queramos,