lunes, 28 de octubre de 2013

EL LABORATORIO DE LOS DESEOS

                              El País de la Disparatada Ciencia. Ilustración de Ana Maqueda.



Acabas de aterrizar en el País de la Disparatada Ciencia. Un lugar al que podrás trasladarte cuando tú quieras porque lo único que necesitas son unos ojos abiertos como dos lunas llenas , una imaginación más fresca que una lechuga y un corazón repleto de cajoncitos para guardar sorpresas de todos los sabores.
Si vas por la Desavenida Invisible y tuerces por la Sincalle de la Intuición, llegarás a un extraño edificio con forma de microscopio gigante. Es el “Laboratorio de los Deseos”, donde el insigne Doctor Federíquido Triglicérido se dedica a inventar sueños, descubrir ilusiones y recetar desde píldoras para el mal humor a grageas de la buena suerte .

Dicen que, ocultos en los rizos de sus melena, guarda rulos con las fórmulas secretas de sus invenciones. Y que sus ojos azules están tan llenos de mar y de cielo, que podrían evitar cualquier sequía e iluminar todo el país si ocurriera un eclipse.
Su fama ha traspasado las fronteras. Y es que nadie ha contribuido como él a la felicidad de los objetos domésticos. A una bañera que se encontraba triste, le recetó burbujas de colores que al estallar derramaban alegría. Y a un taburete harto de ser asiento de culetes pesados y malolientes, le creó la aspiración de ser sabio y convertirse en librería.

También ha realizado importantes contribuciones al mundo animal, como demuestra el “Premio Animalario Sin Fronteras” que le ha sido otorgado en dos ocasiones: por el caso de la araña que no sabía tejer y se tenía que comprar la ropa hecha, a la que le solucionó la vida regalándole un ovillo de hilo, tan independiente, que se tejía solo. Y además el del pájaro carpintero que quería cambiar de profesión porque tenía el pico hecho añicos. En un pispás, le convirtió en astronauta con una escafandra de pompa de
jabón y un petardo de feria a modo de cohete.
¿Y qué me dices de su “Premio Microbios en Acción” por sus disparatados inventos para el género humano? Como el CazaMúsicas, un artilugio diseñado para atrapar las notas que se le habían quedado flotando en el aire a un compositor arrepentido, quien en un ataque de furia había roto sus partituras y necesitaba recomponerlas . O la vacuna contra los “comecocos” para una señora que estaba tan influida por la publicidad, que se había olvidado de hablar y sólo sabía recitar las frases de los anuncios.

Pero además de sus creaciones a la medida, El Doctor Federíquido Triglicérido tiene una Botica de los Remedios Sin Remedio, con toda una variedad de productos a elegir:
-Besos calentitos para descongelar el alma. Se aplican sobre la mejilla y tienen un efecto inmediato. Don Témpano que era un hombre de carácter muy frío, los probó y empezó a gotear y gotear y casi lo tienen que recoger en una botella. Se quedó en la mitad, pero lo que permaneció fue todo corazón y calidez.
-Enjuagues para mandar a hacer gárgaras los enfados. Y es que hay gente que se irrita con todo y con todos. Así que lo mejor es poner en un vaso con agua unas gotitas de “teperdono” y unas ramitas de “sinrencor” y ¡grgrg! ¡Haciendo gárgaras que es gerundio!
-Tiritas cicatrizantes para las penas de amor. Aunque en las indicaciones el Doctor Triglicérido aconseja que nada mejor que el paso del tiempo para que la herida se cierre, mientras tanto no está de más utilizar estos parches con poder desinfectante contra la tristeza, y vitaminas reconstituyentes para recuperar la alegría.
-Epidemias en cápsulas para contagiar la risa. Especial para la vida alocada de las grandes ciudades, donde la gente va corriendo de un lado para otro con cara de seta y
sin mirarse. El Doctor Triglicérido experimentó con ellas en el metro a hora punta, y los pasajeros de la línea 7 organizaron una maratón de chistes y un concurso de cosquillas. Llegaron todos tarde a sus obligaciones...pero contentos.
-Inyecciones contra el miedo. Da igual qué te aterrorice, basta una inyección de Arco Iris para que tu miedo crezca , crezca y CREZCA como un globo....¡hasta que estalle pulverizado en confeti de colores!
-Masajes de caricias para las agujetas causadas por los ataques de soledad. Poquito a poquito se deshace el nudo que sentimos en el corazón, y se relaja para abrirse a nuevas emociones y amistades.
-Gotas para evaporar las lágrimas. Funcionan como unos diminutos limpiaparabrisas, que eliminan la pena y nos dejan el campo limpio para mirar la vida con optimismo.

Así que si alguna vez te encuentras bajo de entusiasmo o necesitas una buena dosis de fantasía, no dejes de visitar el “Laboratorio de los Deseos” , seguro que hay un remedio para ti. Soluciones tan científicas como cariñosas. Y es que el Doctor Federíquido Triglicérido es un gran hombre de ciencia pero, sobre todo, un hombre de gran corazón.






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