miércoles, 21 de mayo de 2014

CUENTOS QUE LLEGAN AL ALMA


Mentras estaba embarazada de mi hija, cientos de interrogantes y dudas sobre su futura educación y la formación de su personalidad asaltaban mi cabeza. Ninguna de ellas sería tan importante como las que la realidad, posteriormente, se encargó de demostrarme. La filosofía educativa, el desarrollo de la personalidad...son ciertamente "asuntos mayores", pero en el día a día quedan eclipsados por cuestiones, en apariencia livianas, que son las que luego constituirán la base de su carácter , de la convivencia familiar y por qué no, muchas veces de la supervivencia.
Si alguno de vosotros, como yo, habéis tenido la suerte de dar a luz a una de esas encantadoras criaturas empeñadas en hacer siempre su santa voluntad, pese a quien pese, y decididas a convertir cada acto cotidiano en una dura afrenta, comprenderéis que, a veces, las mayores satisfacciones y las grandes hazañas están en conseguir que se pongan los guantes cuando el termómetro marca bajo cero o que el lavado de pelo no acabe en una batalla de lágrimas, jabón y gritos.
Hay especialmente una edad, entre los 2 y 4 años, en la que las explicaciones y el diálogo sereno no resultan suficientes, simplemente porque sus tiernas mentes no saben aún de fenómenos físicos ni atmosféricos, ni mucho menos de medicina preventiva ni socialización. Tampoco los severos castigos y las broncas resuelven mucho, sino que entran a formar parte de una escenografía que les puede resultar atractiva por convertirlos en el centro de atención. Y en el peor de los casos, sólo servirá para "domesticarlos" superficialmente incrementando sus fobias.
Instisfecha con las vías transitadas, un día probé una tercera, pensando que no tenía nada que perder, y los resultados, aunque irregulares, fueron buenos.
La receta es sencilla: todo consiste en convertir el objeto/situación odiado por nuestro hijo en algo mágico, divertido y sugerente. Y para ello, nada mejor que envolverlo en fantasía, aderezarlo con imaginación y presentarlo en forma de cuento. Eso sí, breve, porque la mayoría de las situaciones así lo requieren. Y de esta manera surgió ; "CUENTOS PARA PEQUEÑOS TESTARUDOS".  Diferentes situaciones de la vida doméstica para poner en práctica esta estrategia. Con gran optimismo por mi parte sólo seleccioné 12 . He aquí algunos ejemplos. "El Mago de la Bata Blanca", ideal cuando se agarran a tu pierna chillando para no entrar en el portal del médico. "Tormenta de Champú", donde la esponja es una nube que descarga sus gotas en el mar que es la cabecita del niño, ante su cabezonada de no lavárselo. "El pajarito que buscaba su nido", con el termómetro como feliz avecilla, y la rama donde guarecerse la axila del pequeño. "La cueva de Alá-Bebé", donde la boca se transforma en una inmensa cueva para albergar cientos de tesoros en forma de alimentos. "Las perlitas del fondo del mar", que no son otras que los dientes, a los que hacemos cosquillitas con el cepillo...
Pero hay veces en que estas situaciones se enquistan y se convierten en patología.
Y de la negativa de querer ir a la guardería, se pasa a un pánico atroz por ir allí y comienzan los problemas. O los celos por los hermanos se enredan hasta el punto de intentar  hacerlos desaparecer del mapa a base de pellizcos, manotazos o zancadillas. O no dormir solos en su cuarto....Muchas, infinitas patalogías que ahora mismo están llenando las consultas de psiquiatras y psicólogos infantiles. Y precisamente han sido dos de ellas, la psiquiatra, Carmen Villanueva, y la psicóloga, Ibone Ruiz de Velasco, quienes han catalogado y seleccionado las más comunes para llevar a cabo una terapia muy creativa  dándole forma de cuento. Como protagonistas del problema, han elegido un animal, porque consideran que a los niños no se les pude abordar el tema directamente sino buscando un espejo donde se reflejen, y posteriormente lo han novelado en un escenario simbólico aportando una solución final; como ese "...Y colorín colorado, este conflicto se ha acabado". Y luego, con la colaboración de una editorial, las han publicado en forma de álbum ilustrado obteniendo unos resultados espectaculares, tanto que la familia de "terapicuentos" no ha cesado de crecer .  Investigando un poco más, he encontrado otra web donde diferentes expertos utilizan el mismo método, lo explican con todo detalle y exponen su catálogo. Aquí os las muestro para que recorráis sus páginas y descubráis cómo la literatura  es un pozo de sabiduría que no solo entretiene y forma, sino que  además cura los dolores del alma.


http://www.cuentoterapia.com/

http://terapicuentos.com/

viernes, 16 de mayo de 2014

CECIL COURT :UN CALLEJÓN CON MUCHO DUENDE.

Hay un pasadizo secreto, un callejón escondido a pocos pasos de Trafalgar Square en Londres, que recuerda al Diagon Alley de las novelas de Harry Potter, donde cada curso los alumnos de Hogwarts acudían a comprar sus manuales de hechicería, de pócimas, varitas mágicas y otros materiales didácticos: Cecil Court. Es una calle peatonal, aislada del bullicio de sus vecinas tan turísticas, inmune al paso de los años, y  que con varios siglos a sus espaldas, ha conservado sus carteles colgantes donde se anuncian sus especialidades en libros antiguos y materiales impresos, desde  partituras de ópera, mapas antiguos, cuentos para niños, posters de teatro, caricaturas victorianas, sellos, postales...Y todo lo que un amante de los libros y la ilustración pueda imaginar. Cuentan que Wolfrang Amadeus Mozart residió allí, que Lawrence de Arabia la frecuentaba y que el editor y traductor español Joan Gili, fundador de la Sociedad Anglo-Catalana, en el número 5 de la calle abrió las puertas en Londres a la literatura en en catalán y español, convirtiéndose además en un espacio  de encuentro para apoyar a la República Española. También, allá por los años treinta, el callejón era bien conocido por ser un lugar de acogida a los judíos refugiados. Y como todo callejón que se precie, cuanta hasta con su propio caso de asesinato acontecido en 1961: una despendienta de uno de sus establecimientos de libros de viejo.


 Pinda Bryars Books

 Libros antiguos en toda su gama, desde textos literarios a ilustraciones, moda, fotografía.
Pinda Bryars shop sign
7 Cecil Court, London WC2N 4EZ
Tel: 020 7836 1910
Email: pinda@pindabryarsbooks.co.uk
Website: www.pindabryarsbooks.co.uk
Opening hours: Mon-Sat 11.00am-6.00pm.

 Marchpane

Marchpane
Libros para niños y álbumes ilustrados para todas las edades.
16 Cecil Court, London WC2N 4HE
Tel: 020 7836 8661
Fax: 020 7497 0567

Email: kenneth@marchpane.com chiara@marchpane.com

Website: www.marchpane.com

Opening hours:
Mon-Sat 11.00am-6.00pm



 Travis & Emery Music Bookshop 

Libros nuevos y antiguos de música, partituras y programas de ópera de segunda mano, ilustraciones, fotografías, libretos...Todo lo que suene a música.
Travis & Emery - Shopfront

17 Cecil Court, London, WC2N 4EZ
Tel : 020 7240 2129
Fax: 020 7497 0790
Email:
enquiries@ travis-and-emery.com
Website:
www.travis-and-emery.com

Opening hours:
Mon - Sat 10.15am -6.45pm,
Sun 11.30am - 4.30pm

 Watkins Books

Especialistas en libros esotéricos y objetos relacionados.
Watkins Bookshop - outside
.
19 & 21 Cecil Court
London WC2N 4EZ
Tel: 020 7836 2182
Fax: 020 7836 6700
Email: service@watkinsbooks.com
Website: www.watkinsbooks.com
Opening hours: Mon-Sat 10.30am-6.30pm


 Stephen Poole Fine Books

Primeras ediciones literarias de los siglos 19 y 20
Greening Burland shopfront

27 Cecil Court
London WC2N 4EZ
Tel: 020 7836 0999
Email: greeningburland@btconnect.com

Opening hours:
Mon-Fri 10am-6pm;
Sat 10am-5pm

 Pleasures of Past Times

Libros, programas y carteles de teatro y otras disciplinas artísticas, libros ilustrados para niños anteriores a 1940,caricaturas, postales y objetos victorianos.
 http://www.mikevincentphotography.net/uploads/1/0/1/4/10143684/8911991.jpg?401

11 Cecil Court, Charing Cross Road, London WC2N 4EZ
Tel: 020 7836 1142
Please note  the following change of e-mail address should you wish to contact David Drummond    pan.drumm@btinternet.com

Tim Bryars Ltd

Atlas, mapas antiguos originales impresos desde el siglo 15 al 20, ilustraciones topográficas y de historia natural.
Tim Bryars - Shopfront

8 Cecil Court, London WC2N 4HE
Tel: 020 7836 1901

Email: tim@timbryars.co.uk
Website: www.timbryars.co.uk

Opening hours: Mon-Fri 11.00am-6.00pm; Sat 12.00-5.00pm

 Goldsboro Books 

Libros de colección firmados por sus autores de ficción y no ficción.
Goldsboro Books - Shopfront

23/25 Cecil Court
London WC2N 4EZ
Tel/Fax:  020 7497 9230
Opening hours: Mon-Sat 10.00am-6.00pm
Email: enquiries@goldsborobooks.co.uk Website: www.goldsborobooks.co.uk
  
Esto es sólo un pequeño anticipo de lo que puede ser un paseo por el tiempo dejándose envolver por el pasado, las estampas polvorientas y las historias de papel que se niegan a desaparecer. Y para finalizar el recorrido,  esta crónica literaria llena de magia y realidad que tiene como protagonista y autor a Javier Marías en una de sus visitas a Cecil Court.
http://elpais.com/diario/2009/12/13/eps/1260689219_850215.html

jueves, 8 de mayo de 2014

LA FERIA DEL LIBRO MEDIÁTICO

"Pero son los guardianes del tesoro, los depositarios de una herencia ancestral, los héroes de estos tiempos de chichinabo, donde cada día más necios confunden valor y precio. Y encima, tienen que aguantar que tantos famosos de medio pelo, periodistas, estrellas de la televisión, seudoaristócratas y demás aparezcan en los telediarios exhibiendo esos libros que, dicen ellos, son sus novelas.
No se dejen engañar, escojan la literatura. Atrévanse a dejarse seducir por los autores que se juegan la vida en lo que escriben, acepten esa apuesta preciosa, solemne, y no caigan en la trampa de lo que parece igual pero es distinto".
Almudena Grandes .Elogio de la literatura, "El País", 2 de junio de 2013
 https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvi2jdsNV_vOu4Hgc4eMeadSsDeZQhmzUCBX0bTNVAxN84JWigxVw2FxvGicZdsen22UtWFBHnXk2xFnONdh3yGrpTa9eLZzPCFBQHW0esooWXrOy0MITedNXt6P5bYQZ1_86_-KjWO09V/s1600/Feria+del+Libro+1944.jpg
Inicio mi artículo, que pretende ser una pequeña reflexión sobre la Feria del Libro de Madrid, con un  extracto sobre el tema de la nada sospechosa autora Almudena Grandes, y digo nada sospechosa, porque goza de fama y prestigio, binomio difícil de aunar en los tiempos que corren, y eso que no es especialmente santo de mi devoción. Pero es bien cierto que el año pasado se dieron cita en el evento toda una serie de personajes del mundo de televisión quienes libro bajo el brazo, se hicieron los amos y protagonistas de la Feria. No es fenómeno nuevo, porque los que provenimos del campo del periodismo, estamos acostumbrados a que lo que debía ser nuestro puesto por habernos  licenciado en la carrera tras 5 años de preparación, sea ocupado por gente que sin más méritos que una cara bonita, su juventud o haber vivido una relación truculenta con algún famosillo, nos muevan la silla y se acomoden en ella. Muchas fueron las protestas en contra de lo que Almudena expresó con sinceridad y amargura. Y algunas , como en el caso de Mercedes Milá, de profesionales reconocidos que justificaban y vitoreaban la presencia de estos personajes, argumentando que podrían actuar como cebo para que personas ajenas al mundo del libro se acercaran y además de comprar las memorias de Belén Esteban, se hicieran con algún otro ejemplar de diferente color y poso lierario. Pero la verdad, estaréis conmigo al dudar que quien se decanta por este tipo de lectura introduzca en su bolsa literaria libros como "La insoportable levedad del ser" o "Kafka en la otra orilla", por poner algunos ejemplos.

El mundo del libro está cambiando. Hay gente que ya solo lee e-book y, que yo sepa, este es un soporte difícil para estampar una firma. Los libros no son baratos. Por menos de 18 euros es difícil encontrar un libro de tomo y lomo, en cuanto a forma y fondo. Esto unido a la presencia de famosos promocionando tanto sus recetas de cocina como las vitales, puede convertir la feria en un paseíllo por el mundo mediático para ver de cerca a sus protagonistas y esquivar las molestas casetas dedicadas a la Literatura con mayúsculas. No puedo menos que sonrojarme al imaginar la cola de siete vueltas para conseguir una dedicatoria de Belén Esteban frente a la pequeña fila aguardando a la rúbrica de poetas tan extraordinarios como Luis García Montero.
Sí, ya se que vivimos en la Era de los supermercados, donde el jamón 5 jotas se vende al lado del choped, pero no pagamos el mismo precio por ambos. Pero en el supermercado literario sí. ¿Es esto justo?
Yo nunca he sido invitada a firmar mis obras en la Feria del Libro y a la altura de la vida en que me encuentro, creo que ya se me ha pasado el arroz, pero tampoco guardo rencor ni es este artículo una "vendetta" . Y es que tengo algunas amigas, poetas y novelistas, de esas que combinan y hacen malabares para compaginar su vida laboral (no es fácil vivir sólo del cuento), familiar y la literaria, robando horas al sueño, a las comidas, a las vacaciones...que por el respeto que me merece su trabajo y su esfuerzo considero que se han ganado a pulso su espacio en la Feria. No podría decir lo mismo de algunos otros que apalancan sus posaderas para hacer promoción de ejemplares en  muchos casos ni siquiera escritos por ellos.
Quizá habría que hacer dos tipos de ferias en diferentes escenarios. Una , la de las Vanidades, con todos los personajes mediáticos, largas colas, "photocall", alfombra roja...Y otra, quizá más humilde, con las editoriales que apuestan por las obras de calidad más que por las ventas y grupos emergentes con nuevos planteamientos de edición,  autores que se dejan las pestañas por la literatura junto a nuevos creadores y lectores que quieren conversar sobre libros, cruzar unas palabras o al menos una mirada con sus autores preferidos. Y olvidarse para siempre de la lista de los más vendidos en La Feria, que en la mayoría de los casos no es garantía de excelencia, tan sólo de una buena labor de márketing.
Yo, os espero siempre en mi pequeño kiosko literario particular, que no llega ni a Feria, que no es otro que este blog: "Un tintero lleno de duendes"




miércoles, 7 de mayo de 2014

EL SOMBRERO QUE SABÍA DEMASIADO

Mi vecina Angustias subió a casa más pálida que las estatuas del Museo de Cera.
Alguien había hecho una pintada en tinta roja en su puerta con el siguiente mensaje: "Yo, que tú, vigilaría el sombrero" Y yo, que considero a  Hércules Poirot, el famoso detective, mi ídolo e inspiración, tras devorar, que no leer todas las novelas de Ágatha Christie, encontré en este suceso un desafío para iniciarme en mi carrera detectivesca. Y me puse , inmediatamente, a elucubrar.
http://www.mundoesotericoparanormal.com/wp-content/uploads/2013/11/Misteriosas-apariciones-del-Hombre-del-Sombrero.jpgDespués de un par de tilas y el ofrecimiento de mi padre a acompañarla hasta su piso, Angustias encontró fuerzas para entrar en el lugar del crimen. Pero lo peor estaba a punto de llegar, y fue un grito de tirabuzón, de esos que te taladran el tímpano dejando un eco chirriante. Sin tiempo a recomponernos del efecto, los vecinos comenzamos a asomarnos a la escalera y como nos pilló a todos de improviso, salimos mostrando nuestras miserias matutinas:
-Yo, Javi, 13 añazos y con el pijama de Spiderman para mi vergüenza.
-Don Felipe, el del cuarto, y su barrigón cervecero embutido en una camiseta de tirantes, con la cara a medio afeitar...todo, menos sexy.
-La señora Mari Luz con su enjambre de rulos y la redecilla, digo yo que, para que no se le escapen.
-Las gemelas Pepa y Lola, la versión  femenina de Zipi y Zape, siete años de travesuras y una fama de gamberras ganada a pulso en el edificio y todo el barrio y...pobrecillas, eternas sospechosas de cualquier rotura, accidente o desaguisado.
-Y desbancando a todos, como en cámara lenta y melena al viento tipo anuncio de champú, al menos ante mis ojos, Vanessa, la superpija megaguay del 5º, con su "short" y su "top", porque ella no lleva pantalón corto y camiseta, o al menos no existe en su vocabulario, con la traidora crema antigranos extendida por su "face", porque ella no tiene cara sino "face", y expuesta por primera vez en público cubierta de potingues.
Faltaban los estudiantes , que se pasaban el día durmiendo o de fiesta y rara vez estudiando. también mi madre, que ya se había ido tarde al trabajo por la irrupción de Angustias.  Y Don Eulogio, el viejecito sordo, al que siempre hay que ir a buscar en caso de emergencia. Bueno, y  la portera, que siempre se escaquea de todo a no ser que haya sangre; es decir, caída por escaleras, ascensores parados entre pisos con gente atrapada y cualquier tipo de circunstancia de novela negra.
Y ya, sólo quedaba que se unieran mi padre y Angustias, la autora del alarido sobrenatural, si es que le quedaba voz, incluso vida. Mientras todos nos agolpábamos frente a su casa esperando una respuesta, vimos aparecer su palidez, que ahora, más  que una figura del Museo de Cera, parecía una figura muerta del susodicho lugar, acompañada por el chirrido de los goznes de la puerta que, como ella, pedían a gritos un chute de 3 en 1. Después, con mucha parsimonia, nos descubrió sus brazos caídos sujetando una hoja de papel.
-¡Se lo han llevado! ¡Se lo han llevado! - no cesaba de repetir, con la mirada perdida en el horizonte- ¡Miren, miren! ¡Lean el anónimo que me he encontrado en el suelo de la entrada!
Don Felipe, en calidad de Presidente de la Comunidad, le arrebató el papel de las manos y leyó en voz alta: "Tenemos su sombrero. Si quiere recuperarlo, deje de poner la COPE a las 8 de la mañana".
Estaba claro que tenía que ir a buscar mi bloc de notas a casa. Poirot no permitiría que se le escapara un detalle.
Cuando regresé, la vecindad se encontraba en el lugar del crimen, léase la cocina de Angustias, mirando por la ventana que daba al patio.
-¡Aquí lo tenía yo- señalaba Angustias- Colgadito en la cuerda para que se me secara después del chaparrón del domingo...¡Y ya sólo quedan las pinzas!
-¡Pero mujer! ¿Cómo se le ocurre colgar un sombrero?¡Se le habrá deformado todo! -criticó la señora Mari Luz.
- ¡Y eso que más da, si ya no lo tengo!¡¡Si alguien ha entrado y me lo ha arrebatado de las cuerdas!-gemía Angustias abrazada a su perro Canelo.
-Perdona, Angustias, pero ¿cuándo fue la última vez que viste tu sombrero? -pregunté con timidez dispuesto a tomar notas.
-¿Cuándo? Pues...ayer...al ponerlo a secar.
-¿Y no fuiste a comprobar su estado al ver la pintada en la puerta?
-Pues no, estaba muy enfadada porque tenía que limpiarla y se me fue el santo al cielo, la verdad...Hasta ahora que he recibido el  anónimo no se me ha ocurrido echarle un ojo...
-...Sin temor a equivocarme puedo asegurar que nadie ha entrado en tu casa para llevárselo, porque si no, Canelo habría ladrado y tú le habrías oído.
-El chico tiene razón -confirmó Don Felipe, mientas mi padre asentía orgulloso de mí reflexión.
-El sombrero ha debido caer al patio -concluí con rotundidad.
Entonces, todos los vecinos se asomaron  a la ventana haciéndose sitio a codazos.
¡No se ve!¡No hay nada!, comentaban todos. ¿Y aquello marrón de la esquina? ¡Es una maceta, Señora Mari Luz, que no ve usted un pimiento!
-¿Se puede saber qué escandalera es ésta? -interrumpió la portera apareciendo por el patio con los brazos en jarras y cara de vinagre.
-¿Ha visto usted mi sombrero? -le preguntó Angustias esperanzada.
-¡Ah! pero, ¿era suyo? Pues se lo di a Don Eulogio creyendo que era de él...Al menos, tiene uno "clavaíto"...
-¡Válgame el cielo! -dijo mi padre- Vayamos a su casa a comprobarlo...

Y allá fuimos todos en comitiva. Llamamos al timbre, aporreamos la puerta y cuando ya estábamos a punto de renunciar, apareció por la puerta con su barra de pan y el periódico.

-¿Qué pasa? ¿Hay fuego? - se asustó el anciano.
-¡QUE VENGO A POR MI SOMBRERO!, dijo Angustias elevando la voz, casi al nivel de decibelios de sus desgarradores gritos de auxilio.
-¿Que ya vienen los bomberos? -repitió confuso Don Eulogio.
-¡NO, EL SOMBRERO QUE LE DIO LA PORTERA, QUE DÓNDE ESTÁ!...chilló de nuevo Angustias, dibujando su forma y señalándose la cabeza.
-¡Ah, sí! ¡El sombrero! Al ir a ponérmelo me di cuenta de que no me cabía en la cabeza, así que recordé que tú tenías uno parecido y salí a devolvértelo, pero me encontré a las gemelas y como viven puerta con puerta , se lo dí para que te lo llevaran y así ahorrarme el viaje, que para mis piernas  es toda una excursión.

En ese preciso instante todas las miradas se volvieron hacia Pepa y Lola, quienes ya iniciaban la escapada pero que fueron agarradas por las trenzas, gracias a los buenos reflejos de Vanessa, que se la tenía jurada desde que le mancharon su "top" naranja que estaba en el tendedero, arrojándole un globo relleno de tinta china.

-¿Qué habéis hecho con mis sombrero, pequeñas mosntruas?
-¡Nada!¡Te juramos que lo dejamos sobre tu felpudo! -se defendieron ellas  al unísono.
¡Mentirosas! ¡Par de brujas malcriadas!, se desfogaban todos diferentes y variadas rencillas particulares de su historial de delincuencia doméstica.
-¡DICEN LA VERDAD!, interrumpí yo el aquelarre.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?, inquirió mi padre.
-Pero no sólo dejaron el sombrero, además hicieron la pintada...
-¡Malditas grafitteras! ¡Cuando os coja...!, amenazó Angustias haciendo aspavientos con las manos.
-¿Y por qué sabes que hemos sido nosotras, listo?
-Tan fácil como que el mensaje tenía varias faltas de ortografía muy, pero que muy gordas: "vigilaría", con "b" y "j" y "sombrero" con "v". Un error que sólo alguien de vuestra edad, o muy bruto, puede cometer. Además de que la escritura parecía muy infantil...Y como da la casualidad de que sois reincidentes en el tema pintura (dije, mirando de soslayo a Vanessa) y vosotras devolvisteis el sombrero...
-¡Vale! Nosotras escribimos en la puerta, pero dejamos el sombrero allí. Ni lo robamos, ni enviamos el anónimo -confesaron con cara de angelitos recién bajados del cielo- Fue una travesura sin importancia, además la tinta es de esas para niños que se quita con agua...¡Somos traviesas pero no ladronas!
-¡Venid  "pacá", que os voy a dar "pal pelo", chorizas, que sois unas chorizas- exclamaba Angustias con el flequillo subiendo y bajando por los bufidos que daba.
-Ellas no tienen el sombrero -confirmé con un tono de voz tan grave que yo mismo me impresioné- Está confiscado detrás de esa puerta.
Las fuerzas vivas de la comunidad giraron sus cabeza cual partido de tenis en la dirección señalada.

Y como si estuviera preparado, se abrió y apareció uno de los estudiantes con el pelo desaliñado, ojos enrojecidos y las rayas de la almohada haciendo surcos en su cara.
-Tome el sombrerito y métaselo por donde le quepa pero, por Dios, déjennos dormir.
Y cerró la puerta dando un fuerte portazo.

El sombrero aterrizó en los  pies de Angustias y tras un largo silencio, solo interrumpido por el chisporrotear de las cañarías, todas las miradas se dirigieron a mí buscando una explicación. Carraspeé intentando recuperar la voz grave pero se me escaparon un par de gallos, por lo que sin levantar la vista de mi cuaderno argumenté:
-Efectivamente las gemelas dejaron el sombrero en el felpudo y escribieron el mensaje. No se atrevieron a llamar al timbre para no ser descubiertas, así que permaneció allí hasta que por la madrugada regresaron los estudiantes de una de sus juegas y decidieron utilizarlo para chantajear a Angustias, hartos de que todos los días a las 8 los despertara con las noticias de la COPE que, todo hay que decirlo, se oyen por el patio entero. Esta es la razón por la que Angustias sólo vio la pintada de las gemelas, porque el sombrero ya no estaba. A continuación, los estudiantes escribieron el anónimo en su ordenador y sé que se trata de ellos porque eligieron el tipo de letra COMIC SANS, la misma que usaron tiempo atrás en el cartel que pusieron en el portal alquilando una de las habitaciones de su piso. Cuando Angustias subió a nuestra casa pidiendo ayuda, aprovecharon para introducir el anónimo por debajo de la puerta de su casa. Y ya está. Todo ha sido cuestión de ir atando cabos.

Entonces fue cuando me atreví a mirarles y descubrí sus gestos que iban desde bocas abiertas a punto de caer una gotita de baba, a ojos de poseído como en las películas demoníacas.
¡Te creerás un súper héroe!, se mofaron las gemelas.
¡Chico listo!, comentó Don Felipe.
¿Quedamos para tomar un refresco esta tarde después del "cole"?, me invitó Vanessa, cubriéndose la crema atigranos.
¿Y también sabes arreglar persianas?, preguntó la Señora Mari Luz.
¡Si algún día necesitas un sombrero, no dudes en pedírmelo!, me ofrció Angustias.
¡Hijo, estoy orgulloso de ti!,
¿Pueden trasladar la tertulia a su **** casa? se escuchó gritar desde el piso de estudiantes.

Y con la satisfacción del trabajo bien hecho, pensé que Hércules Poirot se sentiría asombrado de cómo había resuelto el enigma de "El Sombrero que sabía Demasiado".


















lunes, 5 de mayo de 2014

MENÚ PARA LOS DESAGUISADOS DE LA VIDA: PICADILLO DE PREOCUPACIONES SOBRE LECHO DE SERENIDAD


Para algunas de mis amigas la ansiedad cocinada en el trabajo es el pan nuestro de todos los días. Dedicada a ellas, una receta que deja las preocupaciones hechas picadillo. Y como remate, una tisana del Bosque de las Hadas para dormir como benditas.





INGREDIENTES:
- Preocupación de una pieza
-Una caja de miedos surtidos, rellenos de "no soy capaz", "me van a echar", "soy más lenta que el caballo del malo", "no me da tiempo", "el jefe me odia", "ese compañero me mira mal", "soy la peor","me van a abroncar", y todos esos bombones insanos que nos gusta paladear, vacíos de alimento para el alma y rebosantes de calorías huecas para calentarnos la cabeza.
 -Unas gotas de aceite de intimidación.
-Un racimo de inseguridades imaginarias.
-Una jícara de pesimismo.
-Lágrimas negras.
-Depresión en rama.
-Polvos de autoestima.
-Un chorrito de sentido de humor.
-Un manojo de confianza, alegría y optimismo.


PREPARACIÓN:
Se toma la preocupación de una pieza, y con alevosía , premeditación  y sin previo aviso, se la golpea reiteradamente con un mazo de cocina  hasta ablandarla. Puede que se resista, pero nos dejará de lo más relajadas. A continuación la introduciremos en una olla de cocinar ilusiones, salteándola primero en aceite de intimidación. Veremos cómo se va reduciendo a la par que toma otro color.
Abrimos entonces la caja de miedos surtidos y añadimos al gusto aquellos que más nos torturan, doblando la cantidad si fuera necesario del que nos provoque un malestar mayor. Observaremos cómo se derriten a la par que nuestra ansiedad se diluye con ellos. Es el momento de, una a una, desgranar todo el racimo de nuestras inseguridades imaginarias. Escucharemos una sucesión de "blups" en nuestra cabeza: es el sonido de las inseguridades al estallar . Y ya, para culminar la reducción, sólo habrá que mezclar en el mortero una ramita de depresión, junto a la jícara de pesimismo y unos cuantas lágrimas negras, de esas que salen del fondo del alma, machacarlas con el mortero y verterlas en la olla, dejándolas a fuego lento y viéndolas evaporarse con fuertes estertores.
Antes de servir, trinchar la preocupación hasta el punto de hacerla picadillo, espolvorear por encima con la autoestima generosamente y acompañarla de una ensalada de serenidad a base de hojas de un manojo variado de confianza, alegría y optimismo rociado con un chorrito de buen humor.
Y para favorecer la digestión, nada mejor que culminar el festín con una tisana del Bosque de las Hadas, cuyas alas nos conducirán volando al mundo de los sueños, libres de preocupaciones y en una completa paz.
Buen provecho, amigas!!!!