miércoles, 11 de febrero de 2015

UN SAN VALENTÍN DE NOVELA

Se acerca peligrosamente el 14 de febrero, Día de San Valentín, conmemoración de los enamorados. Los escaparates se llenan de corazones, cupidos, bombones...y el empalago nos abruma.
Y como siempre, cualquier celebración es buena para emparejarla con la literatura. Aprovechar para regalar un buen libro, escribir un poema o hilar alguna frase de amor. Sin siropes y almibaramientos. Porque hay muchos tipo de amor. Más originales. Más carnales. Menos azucarados, incluso avinagrados. Tocados por el humor. Recubiertos de magia. Y en esta línea, quisiera recomendaros una pequeñita selección.



Con su peculiar estilo y brillante ironía, García Márquez traza la bella historia de un amor excepcional que durante ciencuenta años no ha podido materializarse. A pesar de ello, el amor fluye constantemente por la novela, unas veces melancólico, otras alegre, pero siempre enriquecedor y sorprendente. Los olores y sabores del trópico alimentan una bella prosa, que intenta emular el género folletinesco, pero sublimada por el sello inconfundible de un gran maestro.












Pasiones entre fogones. Un plato suculento de realismo mágico con  el trasfondo de la represión y las normas coercitivas que la sociedad mejicana de finales del siglo XIX y principos del XX impone a sus mujeres. Inconmesurables las descripciones donde la comida es fuente de placer que penetra en el amado. Porque es precisamente la comida, tanto su preparación, como los efectos que produce, el eje central de la narración y el auténtico motivo de vivir de su protagonista. Una obra sencilla y amena de leer en apariencia, pero con muchas capas. Un hojaldre donde la política, la sociedad,el feminismo, la sensualidad y el amor suben de volumen al hornearlos.











La novela es narrada desde la perspectiva de dos de sus protagonistas. Incorpora una mezcla de acontecimientos que tratan sobre el amor, la muerte, la familia, los fantasmas, las clases sociales, la revolución, la política, lo ideal y lo maravilloso, a través de varias generaciones durante casi un siglo en un Chile turbulento. Maravilloso personaje el de Clara, una mujer capaz de descifrar sueños, invocar fantasmas, leer el futuro en las cartas y del que uno acaba por enamorarse como le sucede al tiránico y orgulloso Esteban Trueba.    











Es la historia de Aomame, una mujer independiente, profesora de gimnasio, y Tengo, un profesor de matemáticas. O al menos, esta es su personalidad de cara a la galería.Ambos solitarios y ambos con idas y venidas hacia el recuerdo de su infancia y su pasado. Y todo sucede como ocurre siempre con Murakami, en un mundo de apariencia normal, con sensaciones surrealistas, mágicas, silenciosas e inexplicables, para ahondar en la compleja condición del ser humano. Como telón de fondo de la historia, el universo de las sectas religiosas, el maltrato y la corrupción, un universo enrarecido donde sólo el amor  puro de los protagonistas parece romper la atmósfera de asfixia y oscurantismo.







Novela gótica que nos sitúa en
 Edimburgo, en una fría noche del siglo XIX. Allí nacerá Jack, hijo de una prostituta, y cuyo corazón está dañado. Para salvarlo, le colocarán un reloj de madera, al que deberá dar cuerda durante toda su vida y que le causará un sinfín de molestias. Claro que para mantener su corazón deberá atenerse a una serie de reglas:
Uno: No toques las agujas.
Dos: Domina tu cólera.
Tres: No te enamores nunca.
La mecánica del corazón depende de ello. Pero, como suele ocurrir, no es fácil cumplir los mandamientos de la lógica y conocerá a una pequeña cantante andaluza, Miss Acacia, de ojos enormes y algo miopes, enamorándose de ella inevitablemente.
¿Qué sucederá con su frágil corazón?






Y salvando las enormes distancias con los anteriores, os dejo este volumen que ya cumple su primer añito. En él encontraréis mi cuento "Un hada en el Armario" junto a otros 14 relatos que interpretan desde diferentes miradas las relaciones amorosas. Esta es la reseña del editor:
“De lo idílico (sin por ello implicar forzosamente lo falso), a lo real crudo, de la alegría a la amargura, pasando por la resignación, el desencanto, la ironía cáustica, pero también la comprensión capaz de anular el maniqueísmo del bueno y del malo. Teniendo en cuenta la condición imprescindible de tema tan universal  y constante como es el amor, conforme la propia literatura ejemplifica desde siempre, resulta de veras gratificante también considerar la multiplicidad de perspectivas con la que estos autores contemplan y elaboran una materia literaria cuya importancia radica justamente en las posibilidades que encierra para intentar definir y describir el ser y la realidad humana. Que es, obvia decir, el más alto reto de la literatura”.
Eugenio Suárez-Galbán

Que paséis un San Valentín ¡de novela!

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